Si todos los argumentos de los grupos ecologistas, de los sectores progresistas de la política y de las corrientes New Age eran ciertos, y es “El Hombre”, la causa del calentamiento global. ¿Porqué el gobierno de la nación más poderosa e influyente del planeta se niega, hasta el día de hoy, a suscribirlo?
La razón es simple.
Estados Unidos, que tiene las mejores universidades, los más prestigiosos centros de investigación, la más poderosa central de inteligencia, los mejores científicos en todas las especialidades en general y en física solar en particular, y que cuenta con la mayor central espacial jamás creada y desarrollada por el hombre,
la NASA, sabe que el calentamiento global no es a causa del CO2 y que el impacto del hombre es ínfimo. Pero no puede decirlo, porque se obligaría a decir la verdad. Entonces calla.La segunda pregunta que rondaba desde hace mucho en mi cabeza, era; ¿Por qué Estados Unidos abandonó o postergó sus misiones a la Luna?
La respuesta sigue siendo simple. Volcó todos sus esfuerzos en saber que estaba pasando con el Sol. Y el esfuerzo y cambio de rumbo, bien valió la Pena, porque
¡Estados Unidos SABE!
Éstas, entre otras preguntas, fueron formando las bases y la motivación para que yo escribiera mi segundo libro,
“2012, Las 12 + 1 profecías Maya de Chilam Balam”.
Y hoy, de forma sutil y con un lenguaje coloquial y empático, la NASA publica a través de su blog en español un artículo que titula:
“Severo clima espacialUn nuevo estudio financiado por la NASA detalla lo que podría sucederle a nuestra moderna sociedad si se produjera una “super llamarada solar” seguida de una severa tormenta geomagnética. Algunas de las conclusiones del estudio podrían sorprenderlo”
El artículo es extenso pero quisiera hacer incapié en algunos pasajes. Se refiere a un estudio denominado “Eventos del Clima Espacial Severo —Entendiendo los Impactos Sociales y Económicos”, y explica las consecuencias de una “súper llamarada solar” seguida por una tormenta geomagnética extrema. Algunas citas del mismo, a continuación:
“El problema comienza con la red de electricidad. “La electricidad es la tecnología que representa la piedra angular de la sociedad moderna, de la cual dependen, prácticamente, todas las demás infraestructuras y servicios”, destaca el informe. Sin embargo, es particularmente vulnerable al mal tiempo en el espacio. Las corrientes en tierra, inducidas durante las tormentas geomagnéticas, pueden derretir las bobinas de cobre de los transformadores, justo en el corazón de muchos sistemas de distribución de corriente eléctrica. Las líneas de electricidad diseminadas actúan como si fueran antenas, recogiendo las corrientes y esparciendo el problema sobre una vasta área.”
Si una súper tormenta como la que sucedió en mayo de 1921 ocurriera hoy, las zonas marcadas, que corresponden a los transformadores vulnerables en Estados Unidos, se verían seriamente afectados.
“En los últimos años, las empresas de servicios públicos han unido las redes para poder transmitir electricidad a bajo costo y a largas distancias, en áreas de demanda repentina. En un día caluroso en California, por ejemplo, los aparatos de aire acondicionado de los habitantes de Los Ángeles podrían estar funcionando con electricidad enviada desde Oregón. Esto tiene sentido desde el punto de vista económico —pero no necesariamente desde el punto de vista geomagnético. La interconexión hace que el sistema se torne susceptible de experimentar una “cascada de fallas” de largo alcance.”
La red de interdependencia que caracteriza a nuestra economía moderna, y que vemos como una característica positiva, es precisamente lo que hace especialmente sensible a las tormentas solares, generando una “cascada de fallas”.
“Los apagones estarían acompañados de interrupciones en la transmisión de radio y de fallas en el funcionamiento de los satétiles; asimismo, las telecomunicaciones, la navegación por medio del GPS (Global Positioning System o Sistema de Posicionamiento Global, en idioma español), los sistemas bancarios y financieros y todo el transporte se verían afectados. El impacto económico total podría llegar a ser de 2 billones de dólares solamente durante el primer año, lo que representa 20 veces el costo de los daños causados por el huracán Katrina.”
“La NASA ha desplegado una flota de naves espaciales con el propósito de estudiar el Sol y sus erupciones. El Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO, por su sigla en idioma inglés), las sondas gemelas STEREO, ACE, Wind y otras naves se encuentran en funcionamiento las 24 horas del día, los 7 días de la semana.”
